Absurda noveleta negra

El librero: sugerencias literarias

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: Absurda noveleta negra

Autor: Antonio Reyes Carrasco

 

Me queda claro que Antonio Reyes Carrasco adora a la literatura como la diosa suprema de sus noches. Esta obra constituye un gran homenaje a autores como Thomas Pynchon, James Ellroy, Patricia Highsmith, Arthur Conan Doyle, Agatha Christie, en general, a la novela negra, especialmente a la novela policiaca y propicia una sátira al canon de la novela de detectives, rompiendo todos los moldes.

     Se trata de una novela corta del género negro cuya trama central nos plantea una serie de asesinos seriales y la impunidad con la que pueden operar hasta superar todo lo ridículo y clandestino para remitir todos los crímenes a los ojos de una sociedad indolente, ávida de caos, sangre, crimen; quizá por eso, la novela negra funge como un espejo de la sociedad en la que vivimos. La trama transcurre en una ciudad que a ratos parece Tuxtla Gutiérrez, otras parece Tapachula (ciudad natal del autor) y evocaciones lejanas pero no por eso menos densas de un Acapulco trágico e idílico.

     Asimismo, la poesía no está exenta de presencia y homenaje, el teatro, el cuento; las diversas formas en las que un asesino, aspirante a escritor intenta dejar constancia de sus demonios. Ojo, no liberarse, porque se sabe de antemano preso de todas sus oscuridades. La literatura como una forma de terapia, de sanación en algunos casos, o por lo menos como un ejercicio testimonial del crimen.

     Abrupto Mortero, es un tipo que ha leído muchas novelas negras, es aspirante a escritor y se ha ganado cierta reputación con la policía local para colaborar con ellos en la resolución de crímenes, todos ellos, crímenes menores. Para sobrevivir toma trabajos tan dispares como estrambóticos: cazar algún esposo infiel, localizar alguna esposa infiel, encontrar perros o gatos; tiene la mala costumbre de comer, como todos nosotros, por lo tanto, hay que trabajar. Esta manía de leer, de ir de trabajo en trabajo, de intentar escribir de manera profesional con una noveleta publicada y ya dedicado a ser un detective privado, hace caer en desesperación a su esposa y decide abandonarlo. Lejos de afectarlo, Abrupto encuentra cierto regocijo en esa soledad para adentrarse en sus investigaciones y solamente cuenta con Watson, su perro fiel.

     Por si fuera poco, Abrupto Mortero no es la imagen del detective de las series de televisión policiacas norteamericanas: tiene sobrepeso, cierta calvicie que ya no puede disimular, los sueños de ser escritor rotos y guardados en un baúl trágico y lleno de nostalgia, hasta que los mismos protagonistas de los crímenes que asolan a la ciudad, le devuelven ése sueño literario inconcluso.

     Es también un espejo de nuestro México, aún plagado de corrupción, sediento de sensacionalismo, morbo, indolente ante el dolor ajeno y hambriento de violencia, mientras ésta no afecte al yo, todo estará bien.

     En esta obra se dan cita asesinos, locos de atar que será mejor no cruzarse nunca con ellos; prostitutas, madres solitarias abandonadas por los hijos, policías de muy escasa escolaridad, matones, cobradores y usureros de alma podrida, políticos de bajo, mediano y alto rango, el jefe Bruno, quien comanda a la policía local verá en riesgo su retiro a dos meses de consumarse con un historial limpio, tendrá que enfrentarse a la situación con la ayuda del detective privado que pese a ser un invitado incómodo en las escenas de los crímenes, termina siendo crucial en el desenlace.

     El lenguaje que el autor utiliza es preciso, nítido, universal. Se disfruta mucho la historia pese a contener escenas fuertes para almas sensibles y pacíficas. Esta novela tiene muchos méritos; dado su título, no hay en ella nada absurdo desde el punto de vista literario; en cuanto a lo que nos cuenta, rebasa el concepto del absurdo, porque nuevamente confirmamos que la realidad puede y lo hace con mucha facilidad, superar a toda ficción.

     El género de la novela en Chiapas sigue siendo escaso, pero la novela negra ha sido prácticamente inexistente; Antonio Reyes Carrasco pertenece a ese reducido número de autores chiapanecos que está dando el banderazo de salida a la novela negra en tierras chiapanecas. Lo cual es de mucho mérito porque no existen referentes anteriores dentro de esta geografía literaria local ni en la nacional, porque nuestras historias a diferencia de las del norte, son igual de densas y oscuras, pero muy diferentes.

     Es un libro que se lee de un tirón, no admite pausas posibles ni admisibles. Reyes Carrasco tiene el don de atrapar desde las primeras líneas. Será mejor tener funcionando la cafetera al momento de internarse en estas páginas endemoniadas y brillantes de un género que da con mucho éxito sus primeros pasos en Chiapas.

     Enhorabuena.




Comentarios

  1. Gracias por las palabras acerca de mis palabras agrupadas y tituladas Absurda noveleta negra. Y por darte el tiempo de leerlas, cómo bien dices, se leen de un tirón: ya sea en una sala de espera de hospital o en el banco, debajo de un árbol, en el camión ruta Tuxtla–México o, ah qué placer, en el trono WC. Abrazo fuerte, colega.

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    1. Se hace con gusto. Acercar a los autores, sus libros con los lectores. Es una gran novela. Fuerte abrazo, colega de tinta y sueños quijotescos.

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