Mil grullas

El librero: sugerencias literarias

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: Mil grullas (Senbazuru)

Autor: Yasunari Kawabata

 

Mil grullas” es el título de la segunda novela del autor japonés Yasunari Kawabata, publicada en 1952. En esta obra el autor nos presenta el alma y la esencia del pueblo japonés a través de la práctica de la ceremonia del té, de la forma tradicional. Cuestión no menor en una sociedad como la japonesa; en la que cada detalle de esta ceremonia tiene un profundo sentido filosófico que influye en el pensamiento nacional que han legado al mundo. Así como la solemnidad con la que describe la ceremonia, nos va narrando el conflicto del protagonista, el joven Kikuji, hijo del señor Mitani, ya difunto, al igual que su madre.

     Kikuji mantiene una relación clandestina con la señora Ota desde hace algunos años, posteriores al deceso de su padre; la señora Ota fue también amante de su padre. Cuestión que incomoda y enfurece sin disimularlo a la maestra de la ceremonia del té, Chikako Kurimoto, quien también fue amante del señor Mitani. Entonces, Chikako manipula las diferentes situaciones para concertar una ceremonia del té que implica el compromiso matrimonial entre el joven Kikuji y la señorita Yukiko Inamura, en un intento por sembrar distancia entre la señora Ota y éste. El repentino fallecimiento de la señora Ota desata una intriga urdida por Chikako para alejar de Kikuji a la señorita Inamura y a Fumiko, la hija de la señora Ota que es perseguida por la vergüenza que supone las acciones de su madre.

     La ceremonia del té es el gran telón de fondo, un rito de gran profundidad que implica la paz y la tranquilidad, la búsqueda del equilibrio en la vida; en esta ceremonia tienen influencia la arquitectura, la cerámica milenaria, la caligrafía, la poesía, la jardinería. Un todo que implica lo sagrado y el sentido minimalista del arte implícito en esta ceremonia. También estará muy presente, una mancha que simboliza el miedo y el horror; una mancha de nacimiento que tiene Chikako en una de sus pechos y que Kikuji descubrió siendo un niño.

     141 páginas de lo mejor que ha escrito este gran autor japonés. Una instantánea de la esencia de la sociedad japonesa. Una obra imperdible, para leerse de un tirón, café en mano o té matcha, para estar a tono. Una lectura imprescindible.




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