Las arrugas de mi infancia

El librero: sugerencias literarias

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: Las arrugas de mi infancia

Autora: Mónica Zepeda

 

Paso la última página de éste libro con emociones desbordadas. Mónica Zepeda teje palabras y estrellas y forma constelaciones que tienen su eco sonoro y lumínico en el centro de sensibilidad del lector. Cada palabra es exacta, cada palabra es canto y poesía. Es el segundo libro de Zepeda, pero su aliento literario explora el cosmos con una voz nueva, fresca, en la que se advierte el talento y el oficio; por lo que su fuerza creadora da para muchos libros por venir y mucho por venir.

     Las arrugas de mi infancia” concentra una vista y una visión del artista hacia su niñez; pero que eso no nos agarre en curva; la poesía que despliega en sus páginas es un viaje interior inacabable, críptico a ratos, místico en otros, pero con una cadencia, una belleza y un ritmo sólo visto en las grandes figuras de la poesía. Qué dicha siento al hablar de mi niñez, así arranca este viaje.

     Desde las motas de polvo en un borceguí, la tensión que es el poema, el polvo que se es y en el que se convertirá, algún meme para reírse; Zepeda explora desde el recuerdo, la vivencia, la oración, ese algo místico que no se despega de su poesía, ese algo tan grande que maravilla: Descalzo mi rastro y lo guardo / en medio de un libro añejo / para que viva eternamente disecado / como vive entre sus páginas la flor.

     Qué poco húmeda es una gota en lo húmedo, pero, / ay, en lo desierto, en mi razón de sed, lo es todo, / todo, más que un simple y mojado sustantivo. Es. No es la mirada de la niña que ve hacia la adultez; es la artista, la poeta que madura (quemadura – quema dura) en el viaje de la vida y de la creación poética, y ve hacia la niñez con rigor intelectual y espiritual, pero también con nostalgia, a veces con furia, a veces con ternura.

     Éste es el primer libro de poesía que leo en éste segundo año de pandemia, y el segundo que leo de Mónica Zepeda; un libro que no se puede pasar por alto. La autora es una gran maestra de la palabra y una gran exponente de la poesía que se escribe en Chiapas. Altísimamente recomendable para una tarde de café y poesía.

 

NOTA EXTRA (TRAS BAMBALINAS):

En una charla de pasillo con una escritora chiapaneca de renombre, ella me decía, lo único que hay que reclamarle a Mónica Zepeda es su perfección en la escritura; porque ella demuestra que la poesía puede ser perfecta.

 

Aquí un link de interés:

https://www.youtube.com/watch?v=ODRSrdqRpkE




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