Escribir desde las sombras
Escribir desde las sombras
Por Ney Antonio Salinas
“A veces
escribo lleno de nostalgia”
TÚ
NO ME VAS A ENTENDER
VIDA
BAJA - Adulam
El amor es un perro del infierno, escribió
Bukowski. Lo confirmó Ibsen. Poe hizo la masa y Baudelaire colocó la cereza en
el pastel. Al mismo tiempo, Lovecraft murmura desde las pesadillas, hasta cuando muero pienso en escribir. Esto
no dista mucho de lo que acontece desde mi experiencia personal. Escribir es un
vicio, una manía, un amor, una obsesión a niveles extremos. “Lo escribo todo
para no enloquecer”, así se justifica uno de los personajes de mi novela Sombras de la avenida.
Camino las calles de las ciudades,
viajo por carreteras solitarias del fin del mundo, converso con personas que
escriben y leen, y también con personas que en nada les interesa escribir o
siquiera leer, observo la lluvia, me dejo caer al pozo sin fondo del silencio
en la noche, escucho roncar a mis perros cuando duermen junto a mi escritorio
mientras escribo, cargo bultos de más 70 kilos en la bodega donde trabajo,
recuerdo las pláticas de los mayores [cuando era un chamaco curioso que se
quedaba leyendo en la hora del recreo mientras los demás niños jugaban al
futbol o a correr como demonios jugando a Los
encantados] de las que me corrían –sáquese a la chingada cabrón chamaco, que
ésta es plática de adultos–; rio, me rio mucho cuando platico con mi madre, nos
divertimos como niños; pienso mucho cuando platico con mi padre, me emociona
mucho la vida cuando converso con mi compañera de vida hasta altas horas de la
madrugada, cuando leo a Bolaño o a Pynchon, cuando escucho la lluvia, cuando escucho
al Vida Baja o al Tren Lokote a todo volumen haciendo sombra o golpeando el
saco de entrenamiento, o mientras mis dedos teclean sin parar y trasladan 1200 palabras
por hora a la memoria de la computadora; cuando va pasando todo, algo permanece
bajo todas las capas de la vida y de la realidad, una palabra que pervive y lo
llena todo: escribir.
Escribir de manera urgente. Ya luego
será la relectura de lo garabateado, la edición, la trascripción, pero sin
dejar de bogar por las aguas peligrosas del mar contenido en las hojas de mis
libretas. Porque yo soy un escritor a la antigua; me alejo de la manada a la
montaña en busca de silencio, me lanzo a los caminos, a las afueras de las
ciudades, pero siempre con libreta y bolígrafo disponibles en todo momento.
Escribir por la mañana, al mediodía, por las noches principalmente. Por toda la
estancia el olor de café recién molido y preparado. Cajas repletas de cuadernos
llenos de insomnio, pesadillas, anécdotas, situaciones, observaciones, mundos. Estanterías
repletas de libros, libros que me han acompañado en las noches más negras.
Escribir desde las sombras es una
manera de decir, underground, ser
inédito, sin posibilidades de que la obra vea la luz, a contracorriente, a
contraluz, desde abajo, desde las calles, en los cafés, con la certeza de que
no habrá un editorial posible. Escribir por instinto, para dejar constancia de
la existencia en un simple y minúsculo arañazo al gran lienzo del tiempo. Esta
cuestión es uno de los móviles en la trama central de la novela en mención; una
situación extrema en la que la vida duele, respirar duele, caminar duele. Una
situación que también entraña una esperanza, que por mucho que la escritura
duela, la lectura sana. Fue de cierta manera, un eco de la cascada de palabras
que caía a mi cabeza lo que me hizo decidirme a escribir esta novela. Empezada
en el verano del año 2002 y terminada en el otoño del 2018, un manuscrito que
recorrió ciudades, calles, aduanas, vuelos, terminales de autobuses, montañas y
ríos, alguna playa, algún sueño, muchos años que pueden nombrarse como si se
tratara de una novela de David Foster Wallace.
Cabe mencionar que el embrión
literario de la novela está incrustado en un poemario que escribí hace algunos
años y que permanece inédito: Las hojas
de todos los otoños imposibles.
Hoy, está en circulación gracias al
CONECULTA Chiapas.


Hola maestro saludos desde el otro lado del mundo.
ResponderEliminarQuiero decirle que comparto su emoción, me da mucha alegría que ya esté publicado su nuevo libro, muchas felicidades y de antemano GRACIAS por este nuevo aporte literario, considéreme un seguidor fiel de sus obras.
Me despido. Un fuerte abrazo y le deseo que tenga muchos más éxitos nos estamos leyendo.
Muchas gracias por la buena vibra bro!
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=3PDxqYrPPEw