Pagre Piegra

 El librero: sugerencias literarias

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: Pagre Piegra

Autor: Armando Duvalier

 

Se trata de una obra especial y entrañable, un cuento insignia del poeta y ensayista chiapaneco Armando Duvalier. Con esta obra Duvalier se hizo con el Premio Nacional de Cuento otorgado por el Diario El Nacional en 1957. La trama ocurre en algún pueblo indígena, casi aldea del Estado de Chiapas, en el entonces municipio de San Bartolomé de Los Llanos; ocurre el hallazgo de una escultura de piedra bellamente labrada en tierras que los lugareños llaman “las tierras de los de antes” o “las tierras de los antiguos” en señal de respeto. Onesíforo, el muchacho que hace el hallazgo se yergue entonces como líder espiritual y “cuidador” del santo como le han empezado a llamar. Un santo, como en la concepción de divinidad en el cristianismo impuesto a sangre y verbo y fuego; Pagre Piegra, Padre Piedra. Trasladan al centro del pueblo a la escultura y le dedican cultos, sahumerios, oraciones, peticiones de lluvia, de cosecha, de salud, de buenos augurios. Pero luego viene el choque de lo antiguo con el aparente moderno occidentalismo que pugna por llevar la pieza a los museos, atribuyéndole un carácter puramente académico, turístico, pagano en su forma despectiva de nombrar a eso tan antiguo y arcano de las culturas precolombinas. El autor nos muestra un choque de culturas y formas de acercamiento a lo divino, a la violencia y el dolor que esos caminos pueden incendiar. En el cierre del cuento se manifiesta una honda preocupación del autor; que hemos despojado a nuestro pasado de su carácter sagrado, mítico y épico por una visión puramente antropológica/arqueológica. Que se nos ha despojado de algo profundo que muchas veces no nos hemos percatado, pero que ahí está la mutilación y duele profundo, y no lo sabemos. En su cierre, el mito vence a una realidad plana y muchas veces vacía. Éste es un cuento que no admite pausas de ningún tipo, y será mejor tener funcionando la cafetera para que una tarde de lectura sea perfecta. Duvalier, un gran maestro de nuestras letras, imperdible, impostergable.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Soledades concurridas | Reseña de Karen Liliana Pérez | Novela de Ney Antonio Salinas.

La hija del sol

Fragmentaciones