El percherón mortal

 El librero: sugerencias literarias

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: El percherón mortal

Autor: John Franklin Bardin

 

Una novela del género negro publicada originalmente en el año 1946 y que tuvo una recepción muy fría en Estados Unidos. Cuestión que no mermó las fuerzas creativas de Bardin. Profesor de escritura creativa en la New School for Social Research de Nueva York; lector nocturno. Desde su infancia tuvo una vida muy dura, fue perdiendo a su familia a causa de diversas enfermedades (entre ellas la locura) que le marcaron la niñez y su arte. Este aspecto de su vida se ve ampliamente reflejado en su obra, El percherón mortal. El tema central es la locura, la intriga policial, los crímenes, los sórdidos ambientes, la noche, el espanto de lo que viene y no se advierte siquiera. Esta novela fue escrita en tiempo récord, junto a otras dos novelas que se aprecian por los especialistas como una de las mejores trilogías de novela negra de todos los tiempos: “El final de Philip Banter” y “Al salir del infierno”. De cierta manera su obra cayó en un olvido injusto. Recobra su relevancia en el género en los años 70 a causa de un reencuentro con los lectores británicos. La última novela de esta trilogía fue de igual manera (injustamente) publicada hasta finales de los 60. Una de las razones por las que no muchos se atreven a leer El percherón mortal es porque corren el riesgo de perder la cabeza. La novela empieza cotidiana y tranquila, para volverse trepidante y convulsa y recorre peligrosamente los oscuros pasillos de la locura más delirante. Un reconocido psiquiatra atiende a un nuevo y extraño paciente, un joven heredero, desencantado y libertino que está perdiendo la razón; padece de alucinaciones, tres demonios conocidos como “leprechauns” le ordenan tareas tan extrañas como ridículas: silbar en el Carniege Hall, repartir monedas a desconocidos, llevar una flor distinta cada día en el pelo. De pronto se tuerce el destino, y el psiquiatra es arrastrado a una vorágine de crímenes y oscuridades de la que resulta víctima de intrigas en las que pierde su propia identidad. El desenlace es noqueador, no apto para cardiacos donde se despliegan las herramientas del policía, del detective, del hombre duro capaz de plantar cara a la oscuridad más densa. Estamos ante una de las obras maestras del género que va cosechando nuevos lectores en estos tiempos. Un día de tranquilidad, la cafetera funcionando a todo lo que da, serán muy necesarios para enfrentar una novela dura, de alto contenido literario y artístico, pero capaz de hacer temblar las piernas de todo lector.



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