La ciudad inmortal

 El librero: sugerencias literarias.

Por Ney Antonio Salinas

 

Título: La ciudad inmortal

Autor: Lee Hyong Gi

 

Entre el bosque de concreto gris y sólido metal de la gran ciudad de Seúl, Corea del Sur, canta un grillo del campo en una noche de primavera, aquel vestigio de un país rural y agrícola, devastado por la guerra, hoy, gran potencia mundial y centro universal de negocios. Un alma vieja que no olvida el canto del viento en la montaña. Y aunque su poesía pueda considerarse como “naturaleza simbólica”, es para el poeta un camino en medio de la memoria por el que vuelve a su aldea natal.

      Y se manifiesta en favor de la nostalgia cuando escribe No sé bien, pero en el mundo / existe el silencio. Esos tesoros escasos en una megalópolis. El bosque de fondo está construido por un amasijo de edificios y rascacielos. Observa y siente la lluvia, entonces escribe: milenios de tiempo se inundan / en una sola tarde de lluvia.

      Con una pala / estuve vaciando el mar toda la noche. Eco insondable del vacío en un alma sensible en la soledad concurrida que trae enraizada memoria adentro, ciudad adentro, nostalgia adentro. En estos edificios de apartamentos / nadie mira a la luna. La memoria agudiza el sentido de nostalgia del poeta, y le duele aún más la conciencia de lo que se ha perdido.

      Éste libro me ha resultado una maravilla escasa que conmueve desde la primera línea, porque es el testimonio del autor que a través de su poesía hace el recuento del país que se ha dejado atrás para progresar, esa otra patria, previa a la actualidad; el espíritu presente y entrañado del bosque que ya no está.

      Su versificación es veloz y sencilla, pero magnífica y cada palabra lo amontona el viento como la arena fina de un río que alguna vez existió en el mapa de los sueños del poeta. Después de talar todo el bosque / se construyó el nuevo bosque de concreto de esta ciudad. Bitácora del poeta que registra pérdida sobre pérdida.

      El hallazgo de éste libro resulta muy grato para mí, dado que es un autor del otro lado del mundo, de un lejano país y arcano en muchas cosas para nuestra concepción de Occidente. Y el poeta resulta un alma rara (quizá inútil o desechable) que conmueve en cada una de sus palabras, en una sociedad coreana indolente, plena de éxitos en diversos campos: negocios, tecnología, competencias laborales, inversiones, ciencia, etc. Canta la épica de la soledad pasada y el peso de la soledad presente: Lo que de llanto / cargamos en la espalda / yo de ti y tú de mi / es la soledad.



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