Si miento sobre el abismo
El librero: sugerencias literarias.
Por Ney Antonio
Salinas
Título: Si miento
sobre el abismo
Autor: Mónica Zepeda
Leer poesía implica una
sensibilidad de comensal de la alta cocina gourmet del lenguaje. Ese trabajo
artesanal muy especializado (academias, escuelas, tribus y reinos aparte) que
maravilla al lector porque se trata de un lenguaje concentrado, que dice mucho
con poco, que hace sentir mucho; y esto sólo es posible como resultado del
oficio, del talento del poeta y de la naturaleza poética del texto.
Son las altas
deshoras de una madrugada fría y lluviosa en la que leo a Mónica Zepeda; me
urge el descanso y el sueño. Pero resulta imposible mi viaje de escasos metros
hacia la cama porque Si miento sobre el abismo, su libro primero de poesía, me
ha atrapado, me detiene en cada verso y en cada palabra, a sentir, a pensar, a
imaginar esos mundos que va nombrando de forma mística. Hay un algo divino,
casi religioso en su tratamiento de la palabra. Es decir, una devoción por la
poesía que se deja sentir en cada palabra.
¿Quién siempre?
¿Quién a voces / impide ser un secreto a veces? / ¿Es acaso quien intenta ser
ocaso? / Es acoso el despertar de un suicida… La pluma de Mónica Zepeda atrapa,
obnubila, maravilla, sorprende, deja entrever un misterio en las palabras y los
mundos que posee.
Termino de leer el
libro, y ahora el sueño se ha ido definitivamente. El insomnio que sigue es ese
rastro de delicia que me ha dejado, ese buqué de vino reposado y preciado. Leer
poesía no es cualquier cosa.
Llega el día, el sol
empieza a aparecer y va develando un nuevo mundo ante mis ojos.
Y yo, me descubro
releyendo por enésima ocasión Si miento sobre el abismo, maravillado ante mi
propio abismo, y lo contemplo a mi lado, por el rabillo del ojo, y no siento
miedo.
Pienso entonces que
tengo poesía entre mis manos, como arma para enfrentarlo; Si miento sobre el
abismo.

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