En la punta del delirio
El librero: sugerencias literarias
Por Ney Antonio
Salinas
Título: En la
punta del delirio
Autor: Leyla
Quintana
Cada poema en
éste libro es un acto heroico, un acto de amor. Profundamente conmovido leo y
releo cada verso. Leyla Quintana firmaba sus poemas como Amada Libertad, nombre
que concuerda con su ideal y su búsqueda. Un libro escrito en la
clandestinidad, en las sombras de un país oscuro: el ave canta aunque la rama
cruja; destino de grandeza, destino de poeta. Ella canta con amor universal a
su país: Estoy guardando en mi mochila / un poquito de invierno / para lavarte
la cara / cuando al Octubre te polvee las calles / y despeine tus árboles. Ella
escribe y su país (El Salvador) se desangra en una cruenta guerra civil; escribe
en las montañas, bajo la sombra de algún árbol, en el remanso de un río, en
pleno camino al combate. Ella, Leyla, la poeta, el combatiente, que es sabedora
del dolor de una madre que la espera, escribe con la plena conciencia del
riesgo de la muerte: Camino por los rincones más dolorosos de la humanidad. /
La serpiente mutila sol a sol el canto del gorrión, / almuerzo soledades. Sus poemas
transcurren entre el traqueteo de bombas y metralla y el sueño de la liberación
y un mundo mejor para los desposeídos, para todo el género humano. Mi tarjeta
de presentación es la lucha. / Mi título: El sacrificio que goteamos / en cada
canto. En su corta vida nos legó alrededor de 200 poemas esparcidos en
diferentes libros. Una mujer excepcional, poeta revolucionaria salvadoreña que
tuvo el valor de tomar las armas y luchar contra la tiranía. Su poesía ha sido
traducida al inglés, francés e italiano. Su vida fue heroica, su poesía siempre
negará su muerte. Entre el combate y el dolor de escribir a los nietos que
jamás tendría, escribe a su madre: Este es el llanto en que, Madre / desde lo
más hondo / de tu humanidad / sufrirás por tus hijas / que no sabrás a ciencia
cierta / donde están. / Ésta alegría en que, Compañera / desde lo más hondo /
de tu combatividad / lucharás por tus hijas / que desde una trinchera /
disparando amor están. (12:00 26/09/90) Ella murió combatiendo, el día 11 de
Julio de 1991. Ése día hubo un eclipse total de sol; justo en el momento en que
a mis 11 años de edad yo pisaba por primera vez el Museo Nacional de
Antropología e Historia en México, D. F. y el día se hacía noche, Leyla
Quintana era abatida. Leo su poesía y pienso en ese día. Y creo que tanto el
dolor como los eclipses son inevitables.

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